Cómo posicionar tu marca y optimizar tu presencia en Internet

El branding de tu marca es un proceso que va a implicar toda una lista de acciones. Vas a tener que reflexionar en profundidad sobre tu empresa, definir objetivos, públicos y procesos de producción y de ventas. Pero, una vez realizado todo eso, llega el momento de empezar otro tipo de trabajo, pensando en procesos mucho más largos y que tengan que mantener una regularidad temporal, ya que el éxito no está garantizado y puede verse mermado en cualquier momento. Hablamos del posicionamiento.

Preparar tu marca

Ahora que vas a competir en el espacio digital por tener una posición privilegiada frente a tus competidores, llega el momento de volver a reflexionar en profundidad sobre tu marca, tu producto y sus características. Estos son los pasos fundamentales.

Define tus objetivos

¿Estás buscando conocimiento y expandir tu nombre o, por el contrario, buscas directamente incrementar tu número de ventas? El error más clásico del sector online es que la inmensa mayoría de empresas quieren entrar en él por la sencilla razón de que creen que tienen que estar en él. Sin embargo, lo hacen sin un plan claro, y por eso terminan realizando acciones confusas y con mensajes contradictorios. Lo primero, por ello, es definir qué es lo que estás buscando.

Localiza tu público

No te sirve de nada crear un plan de comunicación si no sabes a quién va a estar dirigido. Este es un apartado en el que tienes que concretar todo lo que te sea posible. Desde la edad hasta el sexo, zonas geográficas, gustos o intereses. Incluso, cuando tengas estrategias más focalizadas directamente en la venta, puedes empezar a trabajar el buyer persona, es decir, un concepto de público objetivo todavía más preciso y sofisticado. Una vez tengas esto claro podrás empezar a amoldar tu lenguaje, tus formas, y a buscar a esa gente donde realmente puedes encontrarla.

Elegir tu posicionamiento

Cuando comiences a competir en el entorno online, vas a comprobar que los nombres de empresas rivales se disparan. Principalmente porque el ámbito de enfrentamiento pasa de ser local a ser potencialmente mundial. Por lo tanto, tienes que saber identificar las virtudes de tu producto e introducirlas directamente en tu posicionamiento, y no tratar de posicionar de manera aislada tu marca o producto. Por tanto, piensa primero si estás buscando un posicionamiento económico (ideal para personas que buscan un producto muy económico) o prefieres hacerlo por rapidez de envío, por simpatía, por sentido ecológico… etc.

Ámbitos de posicionamiento

Cuando hablamos de posicionamiento online se suele cometer un error bastante evidente, el de pensar que ese posicionamiento es global y automático. Pero no es lo mismo tener un buen resultado en buscadores para una página o landing page determinada de tu web, que esta esté bien posicionada que unas redes bien situadas. Por eso, es imprescindible dividir el ámbito de la posición que tratas de ocupar. Y principalmente habría dos grandes bloques a partir de los cuales se puede resumir toda tu estrategia: la omnicanalidad y el contenido de calidad para los buscadores.

Un profundo trabajo SEO

Cuando hablamos de buscadores en España generalmente nos referimos directamente a Google. Básicamente porque tiene un volumen de búsquedas que prácticamente hace inservibles el resto de buscadores.

Google se trata del vehículo principal que emplean los consumidores a la hora de comprar online. Por lo tanto, las marcas, tanto pequeñas como grandes, se pelean por aparecer entre los primeros resultados. Y es que generalmente se considera que el contenido que no aparece en la primera página de resultados de Google, no existe.

Una posición así suele exigir un profundo trabajo de SEO. Y no solo eso, sino que también debe de ser prolongado. Es decir, preparar los contenidos de tu página de manera que encajen con lo que el algoritmo de búsqueda de Google valora positivamente.

Muchas plataformas tipo WordPress cuentan con widgets que te ayudan a optimizar tus contenidos para que se posicionen adecuadamente. Pero este tipo de prácticas son dominadas ya por todo el mundo. Por lo tanto, todos esos tips no te van a suponer demasiada ayuda, aunque sean algo que tienes que cumplir. Por eso te dejamos aquí unos consejos realmente valiosos.

• La palabra clave es lo primero. Actualmente los buscadores están tratando de romper con monopolios mundiales de posicionamiento. Por eso valoran positivamente la referencia a zonas geográficas concretas y cercanas. Por lo tanto, no tengas miedo de vender acotando el ámbito. Herramientas como Google Trends te pueden servir para buscar las palabras claves adecuadas.
• Defensa del audiovisual. Probablemente ya hayas visto en bastantes sitios que el vídeo es el nuevo formato de éxito para el posicionamiento. Y es así, siempre y cuando sepas posicionarlo adecuadamente. Cualquier elemento de tu web, incluidas las fotografías, va a tener que contar con unos recursos meta detrás que hagan que las arañas de Google lo localicen. Por lo tanto, utilízalos pero con inteligencia.
• Actualiza el viejo contenido. Mucha gente se enfoca directamente en la creación de nuevos artículos de forma prácticamente masiva. Esto es un error, ya que lo que se busca no es tanto un contenido prolífico y amplio sino más bien una estructura clara, fiable y bien hecha. Y actualizar los viejos contenidos suele ser especialmente positivo, puesto que Google entiende que te preocupa ofrecer siempre información veraz y actual. Y aunque sean un par de cambios puede ser más que suficiente para que te posicione en lugares superiores. Se estima que cada artículo puede necesitar retoques, al menos, cada seis meses.
• Emplea las redes a tu favor. Aunque más adelante hablaremos de ellas con una mayor profundidad, basta con saber que tener redes sociales adecuadas te ayudará a redirigir el tráfico a tus artículos o vídeos más punteros. Y, por lo tanto, ayudar a la hora de posicionarlos.
• El contenido de calidad. En cada actualización del algoritmo de Google ha salido una lista de trucos de black hat SEO, es decir, trucos que permitían posicionarse en niveles más elevados. El problema es que siempre eran penalizados, ya que no lo hacían de una forma orgánica. Las prisas no son buenas para conseguir unos buenos resultados que se mantengan con solidez en el tiempo. Por lo tanto, apuesta siempre por el contenido bueno y de calidad, contrastado y actualizado, que realmente tenga información útil para los usuarios. Y los trucos déjaselos a otros, ya que si bien a corto plazo funcionan, a medio o largo pueden arruinar todo el trabajo de meses y de años.

Trabajo en redes sociales

Las redes no funcionan directamente como un pilar del posicionamiento, pero sí como un soporte y como un puente para el mismo. Por un lado, ayudan a la hora de generar comunidad, de tener una comunicación bidireccional con los usuarios y para atraer tráfico a la página web de tu marca. Hasta aquí, tres elementos claves a la hora de incrementar tus ventas, mejorar el posicionamiento de tu página y despertar confianza y buenas críticas entre tus clientes.

Pero, además, las redes tienen la ventaja de la inmediatez. Es decir, se pueden emplear para dar cualquier tipo de noticia, para lanzar ofertas o para responder críticas. Y, además, tienen un gran porcentaje de incidencia entre los usuarios. Es decir: la comunicación que mantengas con ellos a través de estos medios te va a ayudar, y mucho, a aumentar tus ventas o, en general, a lograr tus objetivos.

Apostar por la omnicanalidad

Hasta ahora hemos analizado un posicionamiento fragmentado o exclusivo de algunos ámbitos. Casi parece que se trata de estrategias separadas que se pueden dirigir en momentos diferentes. Pero la realidad es que se deben de integrar en un plan común, y que las sinergias entre todas las partes de la marca y su comunicación deben ser exactas y efectivas.

La omnicanalidad implica que el mensaje no sea exclusivo de un medio u otro. Es decir, que lo que anuncies en Twitter pueda aparecer en la newsletter, en la web y demás. No se trata tanto de repetir mensajes y de clonar el contenido en todos los ámbitos, sino más bien de replicar la información en todos ellos.

Este tipo de prácticas suelen traer un buen posicionamiento a tu web, ya que Google y los demás buscadores valoran positivamente que una página no sea una isla en medio de la inmensidad de internet, sino que esté conectada con diferentes páginas o redes.

Además, la principal ventaja que te ofrece es la satisfacción del usuario. Ten en cuenta que el algoritmo de Google lo que busca es ofrecer el mejor contenido posible al usuario, de las páginas más relevantes y adecuadas. Y, precisamente por eso, si consigues diseñar un sistema en el que la satisfacción siempre sea la máxima posible, y en la que se involucren diferentes canales de contacto, estarás mejorando el posicionamiento orgánico de tu marca a través de acciones indirectas.

En conclusión, en el branding posicionar tu marca online es esencial, ya que es una forma de definírtela a ti mismo y de que tu público la comprenda y te ayude, a la vez, a completarla.